Gante, el corazón de Flandes

Gante es una de las ciudades más bellas del norte de Europa y está situada en una encrucijada de caminos, diríase en el corazón de Flandes, en Bélgica. 
La ciudad rivalizaba con París a mediados del siglo XVI y durante varios años, Gante fue el lugar de referencia del norte de Europa.  Aquí nació en el año 1500  Carlos I de España y V de Alemania, y los Condes de Flandes residían en esta ciudad que sigue ocupando un lugar estratégico; Gante se encuentra a tan sólo 53 kilómetros de Bruselas,  46 de Brujas, a y 55 de Amberes; cualquiera que sea pues el camino para acceder a Bélgica, Gante siempre quedará cerca.
Hoy Gante es una ciudad pequeña y hermosa, donde las haya. La ciudad seduce sobre todo por su centro histórico y medieval, y por la casas alineadas sobre las aguas del río Leie. De aquella época han quedado numerosos edificios. Tres torres destacan en el perfil de Gante: el campanario de la catedral de San Bavón, la torre Befort y la torre de la iglesia de San Nicolás.
En la Catedral de San Bavón fue bautizado,  Carlos I de España, y en su baptisterio se encuentra la “Adoración del Cordero Místico” obra de los hermanos Van Eyck a quienes se considera precursores de la nueva pintura flamenca. 
En Graslei, el muelle de los graneros, se concentran las casas más hermosas de Gante, construidas entre los siglos XII y XVII a orillas del río Leie. Este es el lugar donde se reúne la gente joven para tomar algo en alguno de los locales abierto frente al río.  
Hay que tener en cuenta que Gante está unida al mar del Norte por el canal de Terneuzen y con Brujas por el canal Brujas-Gante, de manera que se asegura la circulación fluvial. La navegación a través de los canales es otra de las posibilidades turísticas de la región.

Uno de los lugares de visista obligada es el castillo de los Condes, situado en la confluencia de los ríos Leie y Lieve. El castillo fue construido en el siglo XII y conserva ese aire de fortaleza casi inexpugnable.
En su interior se encuentra una colección de objetos de tortura algo escalofriante, aunque si el visitante asciende a la torre mayor se puede disfrutar de una formidable vista sobre Gante y de paso olvidar las penas que debían sufrir los pobres prisioneros. 
El castillo se puede visitar diariamente a partir de las nueve de la mañana. La entrada cuesta 8 € y los niños menores de 12 años entran gratis. 
Gante tiene un aire romántico y es sobre todo una ciudad agradable para pasear al atardecer cuando la vida se concentra alrededor de los muelles. Si desea visitar algún museo no se pierda el Museo de Bellas Artes (MSK) donde se puede ver  una impresionante colección de tapices, cuadros y esculturas de pintores de los siglos XIV al XIX, con especial atención a la escuela flamenca.

Para más información, visite la web de la  Oficina de Turismo de Flandes o la página de Turismo de Bélgica, Flandes y Bruselas en Facebook.